sábado, 17 de septiembre de 2011

COMENTARIOS

¡Hola de nuevo!

Casi al final de mi experiencia he cambiado la opción para que todo el mundo pueda hacerme comentario (ya me vale), y más vale tarde que nunca así que... ya podeis poneros a escribir, que siempre he querido tener algo más de "feeback".

Ahora mismo estoy en Goa, un lugar paradisíaco de playas de agua azul y arena fina y clara. Generalmente hay muchos extranjeros, pero ahora mismo todos los turistas son indios, por eso en el bus turístico en el que he ido hoy por la parte sur de la ciudad, la colonial portuguesa, me he tenido que tragar las explicaciones del guía en hindi. De todas formas, estoy teniendo suerte porque no está lloviendo (normalmente en esta época de año llueve mucho aquí). Mañana haré otro tour por la parte norte.
Estoy escribiendo diario así que cuando vuelva a Mumbai, el martes, espero publicar una entrada con fotos y contando mis andaduras.

Todo aquel que me lea o me haya seguido hasta ahora que se sienta invitado a escribirme lo que quiera.

Saludos,

Lucia

martes, 13 de septiembre de 2011

CELEBRACIONES RELIGIOSAS: Inmersión de Ganpati en Chowpaty y ascensión a la basílica de Mount Mery en Bandra














fotos (de arriba hacia abajo): Sister Fatima con su hucha y chaleco reflectante, Maria, la abuelita adorable, varios "ganpatis" gigantes en la playa de Chowpaty antes de ser sumergidos, la basilica de Mount Mery, gente celebrando la inmersion de Ganesh en Chowpaty, y la Virgen de Mount Mery.



















































Domingo 11
Este día era el último día para los hindúes de estar con Ganpati, el dios elefante. A lo largo de este día, había que sumergirlo en las aguas de algún lago, río, o mar, como ya conté en la entrada anterior. Edurne y yo no quisimos perdernos el espectáculo que habría en la playa de Chowpaty, donde la mayoría de la gente lleva su figura para despedirla por todo lo alto. La playa estaba llena, había un importante despliegue policial, así como numerosas televisiones y radios de Mumbai. Nos fuimos moviendo con la masa, hasta llegar a la orilla del mar, donde muchas familias o grupos de vecinos empezaban a dejar las representaciones de sus dioses. Pero los más grandes y espectaculares ganpatis esperaban su turno al principio de la playa, para ser arrastrados hasta la orilla en sus estructuras con ruedas por varios hombres, que lo llevaban corriendo. Se hacía un pasillo delante, y a medida que pasaba, la gente seguía la gran figura corriendo. Se veían varios barcos mar adentro abandonando las figuras. Mucha gente estaba teñida de rosa o rojo, como tantos de los días desde el 1, cuando llevaban o traían al dios en camiones. Llovía un poco, “sirimiri”, que diríamos en Euskadi, pero la gente hubiera aguantado “calabobos” y el diluvio universal con tal de ver a su Ganesh sumergirse en las aguas del mar Arábigo. Edurne y yo nos pusimos “titas” a sacar fotos, fue muy divertido, hasta que quisimos salir cruzando por donde los elefantes gigantes (no había otra salida), donde se concentraba todo el mundo. Un poco de agobio, agarrar bien el bolso, empujar y ser empujadas y estábamos fuera. Tarde aprovechada, oyes.

Lunes 12
9 días antes del nacimiento de la Virgen, el día 8 de septiembre, se celebra la novena, nueve días es los que se va a misa todas las tardes y recordar la vida de María. Yo he ido con las niñas un par de veces. Se ponen sus mejores galas, el “white pouder” en cara y cuello (una especie de polvos de talco que les encanta), y se van en grupitos a coger sitio. El día 8 fue la gran fiesta, y les acompañé a la Iglesia de Our Lady of Glory, la del barrio. Pusieron ante el altar una tarta, que cortó una niña pequeña de la cual supuse también sería el cumpleaños ese día, y cantaron el “happy birthday to you”. Las misas católicas en la India y en Europa son casi iguales, pero hay pequeños detalles que marcan diferencias. Por ejemplo, a la hora de darse la paz los unos a los otros, no se dan la mano como nosotros, sino que se saludan a la forma india: juntando las palmas de las manos y agachando un poco el cuello. Luego, para comulgar, lo hacen en perfecto orden, primero los de los bancos delanteros, luego los de la segunda fila, y así sucesivamente. Al final de la misa, el cura no dice lo de “podéis ir en paz”, sino que se va y la gente se queda cantando una última canción.



Después del día 8, es tradición subir a la basílica de Mount Mery, en Bandra, durante 10 días. Yo fui ayer, lunes, con Sister Fátima, Sister Fleggy, y dos novicias, que iban a pedir dinero para la reparación de la Iglesia de nuestro barrio (de mío ya queda poco…). Quedamos a las 7 de la mañana y fuimos a la estación de Byculla a coger el tren. En Dadar hicimos trasbordo y bajamos en Bandra, donde montamos en un autobús que nos dejó a los pies de Mount Mery. No estaba muy alto, por el camino había muchos puestecillos que vendían figuras blancas en forma de pie, brazo, cabeza, estómago, y casi todas las partes del cuerpo, así como casas y representaciones de otras cosas por las cuales la gente pueda pedir. Es decir, si sufres del estómago, te compras un estómago de éstos y lo ofreces a la Virgen (a buenas horas se me plantea esta solución milagrosa para los problemas intestinales que sufrimos los extranjeros en la India).
Cuando llegamos a la basílica faltaban 10 minutos para que empezase la misa, así que pillé sitio nada más llegar. Las Sisters y las novicias también buscaron sitios estratégicos para pedir. Había monjas de muchas otras congregaciones. Después de la misa, me acerqué entre la marabunta de gente hasta aquella Virgen llena de flores, y vestida con telas finas y encajes de oro, puesta sobre un fondo lleno de pinturas de pasajes bíblicos y muy bien iluminado. Salí de la basílica y di una vuelta a ver si veía a las Sisters o a las novicias. No las encontraba, pero quería llevarles un zumo a cada una porque estar toda la mañana de pie con ese calor y no beber nada no puede ser bueno…Entonces vi una callejuela muy estrecha, que tenía al principio unos puestos de comida. Quise curiosear y me adentré (por experiencia el andar por calles estrechas y pobres en esta ciudad siempre es una aventura), llegando a la parte costera, donde había muchas casitas de gente muy humilde. Con mi palidez y mi cámara de fotos, no pude pasar desapercibida por mucho tiempo. Enseguida apareció la típica abuelita adorable, aburrida pero de buen humor, María se llamaba, que me habló y me quiso enseñar algunas cosas de esa pequeña zona de casuchas a las orillas de Bandra: la mezquita, un alto que tenía buenas vistas... Veía que yo sacaba fotos a todo, así que cuando me fui a despedir le entraron ganas de tener su minuto de gloria, y me pidió que le sacara una foto. Se reía cuando me lo pidió, como sorprendida por su atrevimiento, y porque los chavales que por allí vivían, (que se notaba que la querían mucho), nos estaban observando desde que ella había hecho de anfitriona del lugar.

Cuando deshice mis pasos, vi a Sister Fátima en una esquina de la Iglesia, con su hucha metálica y un chaleco naranja reflectante sobre el sari azul. Entonces fui a comprar 4 zumos, y les di uno a cada una. También eché propina a la hucha y me despedí. Finalmente, cogí un ricksaw hasta la estación y volví a Regina Pacis escuchando mi mp3 tranquilamente, como una lugareña más.

sábado, 10 de septiembre de 2011

GANPATI FESTIVAL





Este año, la festividad hindú del dios Ganpati o Ganesha, con cuerpo humano y cabeza de elefante, es del 1 al 11 de septiembre (cada año varían las fechas dependiendo del calendario hindú). Es un acontecimiento muy importante en muchos estados de la India, sobre todo enMaharastra , Andhra Pradesh,Karnatak y Goa, en el que gente de todas las religiones participa. Este dios es el hijo de Shiva y Parvati, y evoca la sabiduría, la fortuna, y la prosperidad. La fiesta empieza cuando llegan las representaciones de los dioses: figuras de Ganesha, que normalmente varían entre 1 y 4 metros de alto, cada una distinta, diseñada y elaborada para la ocasión. Para transportar las figuras, se usan camiones o camionetas con música a todo volumen, focos, y para acompañar al dios, los miembros de la familia o el colectivo que vaya a acogerlo en su casa o en su barrio bailan y cantan subidos al vehículo. Muchos se pillan unas borracheras buenas y se tiñen enteros de rosa y rojo con el polvo que suelen usar para ponerse el puntito en el entrecejo. Dependiendo del poder adquisitivo de la familia, la figura del dios llevará diferentes materiales, tendrá diferentes tamaño, así como estará con ellos más o menos tiempo, porque cada día hay que hacerle varias ofrendas que se componen de fruta, flores, velas, dinero, etc. Lo que hace mucha gente es contribuir para traer un Ganpati al barrio, que se instala en casetas improvisadas para la ocasión. El día que Ganpati se va, hay que sumergirlo en las aguas del mar, lo cual causa una gran contaminación, y también es peligroso porque el dios-elefante no puede volver a la costa (esto sería un muy mal presagio), así que muchos valientes llevan la figura mar bien adentro, y cada año mueren varios ahogados. Así que estos días, por toda la ciudad, y sobre todo cuando cae la noche, se ven muchos grupos de gente bailando y tocando tambores enfervorecidos por la presencia de su dios, algunos que lo reciben, otros que lo despiden. El día 11 será cuando la mayoría de los Ganeshas sean llevados al mar, sobre todo en Chowpaty beach, debe ser todo un espectáculo. Se dice que esta festividad consiguió restablecer la unidad de los indios durante el periodo británico.

El otro día fuimos Edurne, Leire, y yo a dar una vuelta por el barrio (Byculla) y ver qué “elefantes” nos habían traído. Me sorprendió que había muchos, y ante cada uno de ellos, siempre había gente. Los había para todos los gustos, algunos realmente bonitos, otros horteras a rabiar, pero todos tenían sus platanitos y coquitos delante que la gente les había dejado como ofrendas.


jueves, 8 de septiembre de 2011

El baile de Xuxa





Cuando es el cumpleaños de alguna Hermana, las niñas del “boarding” preparan un programa con bailes, recital de poesía, algunas cantan…se prepara la sala de las comidas y del estudio con globos, flores, y se colocan los bancos en círculo. Unas hacen de presentadoras, otras actuany todas se ponen su mejor “salwar kameez” (traje típico) o “frog” (vestido normalmente con volantes, de estos “repipis” que les encanta). Las mayores suelen preparar unos bailes muy chulos y lo hacen muy bien, las pequeñas no suelen bailar porque no saben organizarse...
Por eso, esta vez Edurne y yo teníamos que organizar un baile con las pequeñas, y preferiblemente de una canción en español, para el cumpleaños de Sister Meena, la RMI provincial. Escogimos la de “Ilarilarile” de Xuxa (qué recuerdos) y lo que debía ser bastante sencillo y para lo que no pensábamos “rompernos la espalda” demasiado, acabó siendo una tarea harto complicada.
Primero, elegir qué niñas bailarían (1º problema: todas quieren bailar, y son expertas en dar pena y la tabarra), pensar los pasos de baile (2º problema: inventarse un baile entero, que sea divetido), y finalmente, y el más difícil todavía, que se lo aprendan y lo hagan a la vez. Estuvimos una semana ensayando cada tarde media hora, y cada día había algún incidente: hubo altas y bajas, interrupciones “boicoteadoras” de otras niñas, discusiones y risas. Yo, para “adornar” el baile que sería seguro desacompasado, les puse a cada una de las 12 niñas que finalmente iban a bailar, una flor en el vestido y un lazo en la cabeza.
Salió lo que salió, pero las monjas me felicitaron y yo vi que se rieron bastante, lo cual creo que fue bueno. Yo también me reí y me lo pasé bien después de todo, como una niña más.

Gracias por leerme, espero vuestros comentarios.
¡Hasta pronto!

jueves, 1 de septiembre de 2011

Últimos acontecimientos



fotos: paisajes y gente del slum de Reay Road.

Bueno, ya volvemos a ser unas cuantas voluntarias en el “equipo”: el lunes a la noche llegaron Edurne, la chica que estuvo el año pasado aquí por el Gobierno Vasco y Carla, la amiga de Ruth que no pudo venir el domingo pasado porque estaba mala. Llegaron juntas, porque casualmente tenían el mismo vuelo. Ruth fue con Sister Yoti a buscarlas, les llevó Lorens, el chófer de aquí. Así que ahora estoy en la “guest room” con estas dos alemanas, y Edurne está en el “guest room” de la Sisters.

Desde hace aproximadamente una semana, he empezado a dar clases de español Sister Fleggy después de comer. Solemos conversar durante unos 20 minutos al lado de la capilla, y también le explico las bases de la gramática. Sister Fleggy es una monja de Mangalore , de 27 años, que irá a la Casa Madre de su congregación, en Madrid, en los próximos dos años a recibir los votos, y estará allí 4 estudiando teología.
Normalmente hablamos de cosas intrascendentes, pero esta vez, ya al final, porque he visto que me da la confianza suficiente como para hacer este tipo de pregunta, y también por interés propio, curiosidad , se la he lanzado: cómo decidió dar el paso a hacerse religiosa, si estuvo segura, cómo supo que Dios “le estaba llamando”.
Al principio ha intentado explicarse en castellano, pero claro, le costaba mucho, así que al final ha acabado contándome su experiencia espiritual en inglés, y con visible emoción, que me ha contagiado. Me ha transmitido muy bien algo que para mí es difícil de entender: cómo sintió que había algo más profundo e importante, cómo se “enamoró” de Dios, cuánto sufrió su familia, que aunque es muy creyente, no quería separarse de ella.
Me cuenta, dándole especial importancia a este hecho, que vio a su padre llorar, algo que como en todas las culturas, pero más en ésta, suele estar mal visto. Entonces ella le dijo que si él quería, se casaría y llevaría la vida que sus padres siempre pensaron para ella, pero que no sería feliz nunca. Así fue como entendieron que iba en serio, y dice que ahora están contentos, porque le ven a ella feliz. Seguí preguntando, “¿cómo rezas?” (yo no sé) y me habló de una serie de estados en los que se encuentra la persona cuando reza, de las distracciones del principio, todas las ideas que vienen a la cabeza, pero como luego empieza a pensar en Jesús, en su vida y empieza a sentir mucho afecto, de Él hacia ella, y viceversa. Ella siente que Él va con ella. Dice que su relación con Jesús es como una pareja.
Yo no hablaba, sólo podía escuchar a esta joven religiosa hablando emocionada y por momentos atropelladamente de su relación con Dios. Acabamos la clase de español dándonos las gracias mutuamente, yo a ella también, porque su relato y su sinceridad no tienen precio.

El sábado por la mañana fuimos Edurne y yo con Shandya, Pryanka y Aruna Mery, 3 niñas del boarding a visitar a sus familias al slum (barriadas de chabolas) de Reay Road, no muy lejos de Regina Pacis. Llovía mucho, pero aun así decidimos ir porque las niñas ya estaban preparadas y emocionadas por salir. Compramos 3 cajas de dulces para ofrecer a las familias y luego cogimos un taxi que nos ha dejado al principio de la calle. Sorteando charcos y basura, llegamos a la casa de Shandya, para acceder a la cual había que subir una escalera. Allí nos recibió su madre y su hermano, y nos sacaron unos dulces. Nos hicimos unas fotos con ellos y hebajamos de nuevo a la calle, para ir a casa de Pryanka. Pero en su casa no había nadie, y es que el día anterior no había podido contactar con su familia, pero pensó que habría alguien en su casa. Al final de la calle estaba la casa de Aruna Mery, donde nos presentó a sus padres y a dos hermanos. Aquí también nos sacaron algo de comer. Ésta fue la última visita, y volvimos andando por toda la calle, siendo observadas, y observando a la gente. Yo saqué muchas fotos, y hubiera sacado muchas más, por que como ya he dicho alguna vez, es en estos lugares, así como en los pueblos y la India más rural donde está lo auténtico, la esencia.

El domingo fuimos a Ashadaam, una casa para niños con todo tipo de problemas físicos y mentales de las Religiosas de Santa Teresa de Calcuta. Nunca había visto hermanas de esta congregación, con el mismo sari blanco de franjas azules, y la cabeza cubierta, igual que Teresa de Calcuta. Los niños están en cunas individuales, no todos son tan pequeños, pero en su mayoría tienen deformidades físicas que les impiden moverse con facilidad. Había de todo, niños ciegos, con síndrome de down, en silla de ruedas, amputados, con parálisis mental…pero todos tenían algo en común: la sonrisa. Sí, una vez más volvemos a ser los que estamos “bien” los que aprendemos que los que están “mal”, los que vamos de visita de vez en cuando, a llevarles caramelos, a jugar con ellos, porque “somos buenas personas y queremos hacer el bien a los demás” acabamos recibiendo un regalo más grande que ese caramelo o esa tonta canción. Como alguna vez he hablado con mi padre, es una esforzada "generosidad egoísta”, porque doy para que me den. Me da satisfacción y me hace sentir bien, pero no por creer que has ayudado mucho a esas personas (en realidad has ayudado poco o nada, o de forma esporádica, temporal) sino porque no dejas de aprender de esas personas a las que vas a dedicar un poco de tu tiempo. Cómo superan cada día retos mucho más difíciles que ésos de los que nos quejamos tanto, cómo se puede ser feliz con mucho menos de lo material innecesario, y más de lo afectivo y moral, cómo en las pequeñas cosas también está la felicidad, cómo hay esperanza para todos.

También se puede aprender mucho de quienes realmente cuidan día a día a estas personas para que dejen de sentirse desdichadas. En este caso, no son trabajadores remunerados (trabajadores sociales, auxiliares de enfermería, etc.) sino unas mujeres que libremente han decidido entregar su vida a los demás, a amarles incondicionalmente, a cuidarles y hacer que su vida sea bonita y feliz. Entré en Ashadaam con unos caramelos y un poco de miedo por lo que me encontraría, y salí feliz de haber visto a unos niños con dificultades, pero felices y llenos de vida.

Subiré fotos desde el cyber. ¡Hasta la próxima!

martes, 23 de agosto de 2011

Historietas de findesemana


foto: parte de las 39 niñas en el zoo.


SÁBADO 20 DE AGOSTO

Esta mañana Sister Margaret nos la ha dado libre, así que Ruth y yo hemos ido a Chippi Chowl, en Buleshwar, en tren, donde Sister Yoti me había dicho podría encontrar lazos para mi pequeño bussiness. El billete nos ha costado Rs 4, y como siempre pasa en los trenes en la India, hemos tenido que montar deprisa y bajar deprisa, aunque luego nadie se quede en el andén. Las puertas del tren no se cierran, de hecho, no estoy segura de si hay puertas, así que por muy lleno que vaya un vagón siempre pueden ir 5 ó 6 personas semi fuera, agarradas a las barras.
Nos hemos bajado en Mideji, y en la misma estación, hemos preguntado al primer policía que hemos visto, pero no nos ha ayudado nada. Así que hemos ido tirando, y preguntado una vez en la calle. Encontrar el sitio no ha sido fácil, pero andar de más no es un problema porque siempre hay cosas nuevas que ver. Por ejemplo, de repente nos hemos encontrado con el templo hindú, Mumbadevi, en el que había mucha gente haciendo cola para entrar. Este templo es muy antiguo, -se dice que fue construido en 1675- y está dedicado a la diosa Mumba, la encarnación local de Devi (Diosa Madre), patrona de los kolis (pescadores) y agris (recogedores de sal), habitantes originarios de las siete islas de Bombay (gracias wikipedia). En la entrada, había hombres preparando cestitas con ofrendas para los dioses, que vendían baratas. Uno de ellos nos ha increpado, y al principio no sabíamos si entrar o no, porque si nos increpaban era porque querían sacarnos dinero, no porque quieran que dos extranjeras vean lo chupi que es su templo, eso está claro. Entonces le he preguntado al tipo que how much, y como la cestita más barata eran Rs 30 (30 rupias= 0,50 €), hemos entrado. Luego Ruth, la nueva cooperante alemana, me ha dicho que creía que también sin ofrendas se podía entrar. Seguro, pardilla de mí. Pero bueno, ahí hemos entrado, después de pasar el control policial (cacheo, enseñar el contenido del bolso, como si fuera aquello la frontera con EEUU, sólo les ha faltado tomarnos las huellas), con nuestra cestita que contenía: un coco pequeño, una flor naranja, unas bolitas blancas dentro de un plástico, y un mantelito rojo con símbolos hindúes brillantes. Vamos, todo muy kitsch. Sin saber muy bien qué hacer ni dónde ir, hemos seguido a la gente. Y ahí hemos ido a parar frente a la gran estatua de la diosa Mumba, ante la cual la gente se arrodillaba uniendo palmas de las manos para saludarle. Siguiendo el recorrido nos encontramos con un sacerdote que nos ha cogido la cestita, ha cortado el coco por la mitad y nos la ha devuelto. Al salir de ese circuito había otros hombres que se dedicaban a dar de beber una cucharita con un líquido blanquecino con unas hojitas verdes y a poner el doti rojo en la frente. Después, ha dicho unas palabras para rematar nuestra purificación, que no hemos entendido bien, algo así como “money, money”, pero ya digo, que como no le entendíamos, nos hemos ido (jujuju).
Purificadas después de beber ese mejunje y con el puntito rojo en la frente, hemos seguido buscando la tienda donde yo tenía que comprar los lazos, “Raj sons” (los hijos de Raj, por lo visto), en el número 66 de Samseth Street. Después de mucho andar y preguntar, hemos encontrado a los hijos de Raj, en la primera planta, y he comprado bastante material.


DOMINGO 21 DE AGOSTO


Hoy Ruth y yo hemos visitado el Prince of Wales Museum, (oficialmente Chhatrapati Shivaji Mharaj Vastu Sangrahalaya) por la mañana. También hemos ido en tren y bajado en la estación de Victoria, imponente. De camino nos hemos encontrado a un grupo de turistas y uno de ellos, muy gracioso, nos ha empezado a hablar, a preguntar de dónde éramos. Por su acento parecía español, pero era rumano. En el museo hemos visitado la sección de historia natural (animales disecados principalmente), y otras de escultura, pintura y arte nepalíes y tibetanos de carácter religioso, fechadas entre los siglos VII y XVI. Luego hemos comido en el Mc Donald’s, un spicy chicken wrap meal. Hemos vuelto al Hostel en taxi, porque a las 16.00h teníamos que ir al zoo con las niñas, y no teníamos mucho tiempo. Lo del zoo ha sido una aventura, claro, para ellas, y un reto para nosotras. Llevábamos a 39 niñas, y aunque el zoo está muy cerca de Regina Pacis, (pasando la estación), hay que cruzar la carretera. Sister Givanty nos ha acompañado a la ida, para que no nos cobraran la entrada por venir de un internado para niñas “pobres”. Hemos entrado pues, las 39 niñas, Ruth y yo, gratis al zoo. Hemos visto elefantes, cocodrilos, hipopótamos, monos, muchas especies de pájaros, ciervos… Yo intentaba contar todo el rato a las 39, y que no se separasen, pero lógicamente ellas no lo ponen fácil. Por eso, la traviesilla del grupo se perdió, y la encontramos al de 10 minutos llorando. ¡Ay Komal, Komal…!.Y así hemos acabado el día, cansadas, pero habiendo visto un montón de cosas.







jueves, 18 de agosto de 2011

Anna Hazare y los "indignados" indios contra la corrupción

Como viene sucediendo en muchos países últimamente, incluido España, la gente piensa, habla, protesta, y pide, ante gobiernos incompetentes.

Así, la sociedad india está rebelándose desde hace meses contra la corrupción que existe en su país.
Algunos, casos de notoriedad pública como en el que se vio involucrado el primer ministro Manmohan Singh, el año pasado, por la concesión de licencias de telecomunicaciones millonarias de forma fraudulenta y por otros casos relacionados con los preparativos de los Juegos de la Commonwealth que se celebraron en 2010; otros, simplemente asumidos a la vida cotidiana de la sociedad india, por ejemplo, la corrupción del cuerpo de seguridad vial. Me explico: en India, o por lo menos, en Mumbai donde yo estoy, por todos es sabido que si te para la policía por alguna infracción mientras conduces, puedes hacer dos cosas, aunque todo el mundo haga la última: pagar la multa que corresponda, o bien soltarle un billetito –de menos cantidad que lo que costaría pagar la multa- al agente de turno, y aquí no ha pasado nada. De esta forma, las dos partes salen ganando. Y así, muchas más situaciones en las que se vulnera la ley. Además, la ley es muy permisiva y no castiga debidamente este tipo de delitos.

Es por esto que Anna Hazare, activista anticorrupción de 74 años, exige al gobierno que cambie las leyes y endurezca las penas para los casos de delitos por corrupción, y no ha dudado en declararse en huelga de hambre para conseguirlo, inspirándose en la lucha no violenta del líder patrio por excelencia, Mahatma Gandhi.

Pero claro, las autoridades no pueden dejar que la gente exprese sus ideas libremente, que critique su sistema, que denuncie, que pida. Para algo se inventó la censura. Así, el día que Anna Hazare fuera a empezar con su huelga de hambre, fue detenido (como Gandhi lo fue tantas veces). Pero calcularon mal, y consiguieron al efecto contrario: la gente se echó a la calle para pedir su liberación y expresar apoyo a su causa. Más de 1.600 manifestantes fueron detenidos ese día en Nueva Delhi. Las protestas se extendieron al centro financiero de Bombay y a Bangalore, así como a otras grandes ciudades de India.

El abogado y colaborador de Hazare, Prashant Bhushan, habló sin embargo de al menos 2.000 detenidos y dijo que Hazare había comenzado una huelga de hambre esa mañana durante su detención. Además, expresó que las protestas continuarán y convocó para el día siguiente una marcha desde la Puerta de la India hasta el Parlamento.

Por su parte, la oposición exigió que los detenidos sean liberados inmediatamente así como un debate ante el Parlamento sobre el arresto, acusando al gobierno de infringir el derecho a manifestarse libremente.

El pasado mes de abril, Hazare ya captó la atención nacional por realizar una huelga de hambre de 98 horas, con la que consiguió que el Parlamento indio aceptara que miembros de la sociedad civil participaran en la redacción de un proyecto de ley que endurecía la legislación anticorrupción. Pero decidió retomar el ayuno al encontrar que el nuevo texto era demasiado laxo.El proyecto de ley estipula que los ciudadanos indios podrán denunciar ante un mediador casos de corrupción que impliquen a funcionarios o ministros del gobierno central, quienes están protegidos por la actual legislación.

Y como no, ella lo ha vuelto a hacer: Sister Margaret se atreve con todo, el otro día el sexismo y los matrimonios “arreglados”, y hoy ha tocado política. Por eso, hoy ha aprovechado bien la media horita que está con las niñas y han rezado por Anna Hazare y la gente que lucha por su causa. Primero ha empezado diciendo que rezarían por la paz en el país, y entonces he pensado que a lo mejor su discurso sería neutro y “light”, sin posicionarse claramente a favor de la lucha ciudadana. Pero no, no ha decepcionado, seguido ha explicado resumidamente lo que está pasando, haciéndoles ver que es una lucha por una causa justa,y han cerrado todas los ojos, y rezado por este líder pacifista y sus seguidores.

Yo también he deseado que tengan fuerza para seguir, y que consigan sus objetivos de forma pacífica dando una lección a su gobierno y al mundo.

sábado, 13 de agosto de 2011

“You can change the world GIRLS!”




Noticia del día: “Mujer aborta un feto de sexo femenino de 6 meses, y lo saca del hospital en una bolsa de plástico ayudada por el doctor que ilegalmente le había practicado el aborto”.

Para entender esta noticia, es necesario saber lo siguiente: en la India, las ecografías son ilegales, porque sirven para determinar el sexo del bebé, y si es femenino, la intención de aborto es más que probable. Esto es debido a que por tradición, a la hora de casar a sus hijas, son las familias de ellas las que deben pagar la dote a la del marido y al susodicho, por lo que si la familia es pobre, no podrá casar a sus hijas o las “malcasará”. Así pues, una familia que tenga más hijas que hijos, saldrá perdiendo, y si solo tiene hijas, será una desgracia porque se arruinará, endeudándose para poder pagar la dote. Ante esta situación muchos futuros padres quieren saber el sexo del bebé antes de que nazca, para que si es niña, puedan abortar. E ilegalmente, así ocurre, se llevan a cabo muchos abortos de lo que fueran a ser niñas. El último caso es este que menciono, que por lo menos ha sido denunciado públicamente. A este problema (¡para empezar, impedimentos para venir al mundo!), hay que sumarle, como una consecuencia del mismo, que los padres no ven el sentido a invertir en educación de sus hijas. ¿Para qué, si probablemente acabarán siendo amas de casa, y si trabajan el dinero que ganen quedará en la familia de él, y por lo tanto, esa inversión no será sino una pérdida?

Con respecto a este asunto, la Hermana Margaret, ni corta ni perezosa, no duda en hablar de ello a las niñas. Al día siguiente de que saliera la noticia, en la media hora de su clase, dijo que sólo se quedaran las que tuvieran más de 14 años, y a ellas les habló. Les hizo, primeramente, entender porqué había abortos de niñas (pura economía), después, ver qué gran injusticia es, y finalmente, inspirarles confianza en sí mismas, que se crean capaces de cambiar su futuro de sumisas amas de casa después de que su familia les haya encontrado un marido (por si el hecho de que te elijan la persona con la que vas a tener que pasar el resto de tu vida fuera poco, encima tienen que pagar). Les animó a estudiar, a graduarse, a luchar por un futuro laboral digno, a ser independientes y a pensar por sí mismas, a no dejarse maltratar. Así, pudimos saber que muchas de las niñas que están en el internado de Regina Pacis han tenido que plantar cara a sus familias para poder estudiar y no ser empleadas como limpiadoras, cocineras o cuidadoras a su edad.

Enterarse de estos casos, que llevan nombres y apellidos de niñas con las que trato todos los días, y escuchar a una religiosa de 77 años dándoles esta charla reivindicadora de unos derechos que en este país todavía están por conquistar para las mujeres, con tanta firmeza y ciertas pinceladas feministas, me emocionó (ese tipo de emoción cargada de rabia que se traduce sólo en espíritu de lucha -no sentía lo mismo desde el 15-M, cuando muchos empezamos a rebelarnos contra una serie de injusticias, de otro tipo, en nuestro alicaído país-).

Esta Sister se está convirtiendo en mi heroína, pues me voy enterando de sus hazañas que con modestia cuenta, como mediadora en situaciones de maltrato, poniendo orden y haciendo justicia, no sin la ayuda del respeto que le otorga su hábito. Y lo bueno que yo no sabía hasta que vine aquí, ¡es que como ella hay más!

Hay esperanza, pues, para estas niñas, si escuchan y captan el mensaje que les da su querida Sister: "You can change the world GIRLS!".

domingo, 7 de agosto de 2011

BUSCANDO

foto: Sister Margaret y su trabajo, vida, y pasión: las niñas.


En la India, la religión es el pan de cada día, aquí todo el mundo tiene fe y la practica: católicos, musulmanes, e hindúes, principalmente. En el fondo, al ver estas 3 religiones convivir y ser practicadas en un mismo entorno, por gentes que son iguales en raza, muchas costumbres y forma de vida, pienso que rezan a un mismo Dios, que simplemente adopta diferentes formas. Y muchos son conscientes de ello, de ahí el respecto que existe de unas religiones hacia otras. Por ejemplo, las Hermanas, allá donde van, son tratadas con especial respeto por todo el mundo. En el mismo “boarding” de Regina Pacis, las sisters enseñan mitología hindú, a niñas católicas, hindúes y musulmanas. A la hora del rezo, también lo hacen todas juntas, y en frente de la catedral hay una mezquita más pequeña, con un templo hindú a su izquierda.

El otro día hablando con una Hermana, nos contaba que llevan recibiendo voluntarias desde los años 70, y que muchas vienen buscando algo además de apoyar el proyecto social de Regina Pacis: vienen buscándose a sí mismas, buscando paz, buscando a Dios… En ese momento me pregunté: ¿he venido también yo, inconscientemente, buscando algo de eso?

Sabía que esta experiencia va a ser vital, que me va descubrir cosas de una realidad, de una cultura, de un pueblo, y que voy a dar y a recibir, pero siempre enfocado a la interactuación con la realidad y con los demás. Entonces ¿es posible que haya venido tan lejos para encontrar algo dentro de mí? ¿Acaso sólo es posible en un contexto como este?

Hoy hace un mes que estoy en la India, y ya puedo decir que he “experimentado” cosas. No sabría cómo explicarlo, yo misma no lo entiendo muy bien, y a la vez me asusta. Voy a ser más concreta y pondré un ejemplo: entre todas las religiosas y religiosos que he conocido en este tiempo, que son muchos, entre Bombay, Nashik, Delhi, Jagaria y los pueblitos, me han transmitido algo que nunca hasta ahora había sentido, y es la entrega de la vida propia a una causa bondadosa y justa, pero con una actitud de alegría y serenidad sabiéndose en “el buen camino”, fuente de su felicidad. Así, veo que para Sister Margaret, su trabajo, su vida y su pasión son la misma cosa: la educación y el bienestar de las niñas y jóvenes de Regina Pacis. Da su vida (su tiempo y su libertad –ordenándose religiosa-), su trabajo (sigue dando clases con 77 años, y nunca deja de pensar cómo mejorar, qué más hacer por su proyecto social y educativo, además, fue quien consiguió medios para abrir el colegio) y su pasión (ama a las niñas, palabras textuales: “te roban el corazón”). Y todo esto, fuente de o teniendo una relación directa con su devoción católica.
Cuando la escucho hablar de lo que ha hecho, de cómo lo ha vivido, qué le movió a ello, con toda humildad y naturalidad sobre una obra tan importante, tengo la sensación de que ella ha descubierto algo, que sabe algo que yo no, siente algo que a mí no me ha tocado. Algo muy profundo y muy importante. Y es inmensamente feliz por ello. Lo reconozco, muchas veces, me da envidia.

Pues yo seguiré buscando, sin saber muy bien qué, un poco a tientas pero de la forma adecuada: con el corazón y la mente abiertos. Y si encuentro a Dios (o Él me encuentra a mí, como dicen los creyentes que sucede), lo asumiré.

De momento, ya estoy infinitamente contenta con lo que estoy encontrando por este camino de 3 meses que he emprendido aquí.

Cierro esta entrada al blog con una frase que vi el otro día en una Iglesia (aquí, las Iglesias, cada poco tiempo cambian las frases que exponen en unos paneles, de cara a la calle, para que todo el mundo las lea, y nos haga reflexionar): “You are rich when you are satisfied with what you have” (Uno es rico cuando está satisfecho con lo que tiene).

jueves, 4 de agosto de 2011

Y sigo contando sobre el viaje: visita a las casas de las RMIs en Gujarat y Delhi.

(19/07) Hoy hemos vuelto a Regina Pacis después de 4 días fuera. Las niñas nos han recibido muy bien, contentas de vernos…Lo malo es que mañana volvemos a salir de viaje a Gujarat, para luego ir desde allí en tren a Delhi. Claro que queremos conocer el país, sacar fotos y un poco de “turisteo”, pero las niñas son las niñas. Y sobre todo para las cooperantes a las que menos tiempo les queda aquí…

(20/07) Al día siguiente salimos a Gujarat, madrugando también para coger el tren de las 5. Han sido 5 horas y media de viaje, que nos hemos pasado la mayor parte durmiendo, o intentándolo. Al llegar ya había una Hermana esperando en la estación. Nos ha llevado a la casa, que también es internado, ¡donde viven 200 niñas, con sólo 5 religiosas! Después de haber comido y descansado, una de las Hermanas nos ha enseñado el recinto, y en el gran patio que tiene, hemos estado bailando un buen rato con las niñas. Primero han sacado unos tambores y panderetas y se han puesto a tocar, mientras el resto se animaba bailando, y cada vez eran más. Formaban grupos, agarrándose por la cintura y moviendo los pies en unos pasos bastante simples. Luego nos ha tocado unirnos a nosotras, claro. Lo hemos pasado muy bien ese rato aunque al final estábamos cansadas. Y para terminar, les hemos enseñado a bailar “la Macarena”, que es el baile al que siempre recurrimos, el “Aserejé” y la de “Yo tengo un tallarín…”. Aunque para hablar teníamos el mismo problema que en Nashik (no saben inglés) al final siempre hay comunicación. Hemos acabado la jornada rendidas. Al día siguiente tocaba misa en gujarati (el idioma del estado de Gujarat).

(21/07) La misa en gujarati ha sido corta y ha merecido la pena: todos los niños y niñas (ellas a la izquierda, ellos a la derecha) con sus uniformes y bien guap@s. La Iglesia no tiene bancos, así que nos sentamos en el suelo. Luego fuimos con Sister Casian a ver la escuela. Primero la de los más pequeños, el “Kindergarden”, con unos “mocos” guapísimos que en cuanto nos veían aparecer por la puerta se ponían de pie, y saludaban a la Sister entonando un “Good morning sister”. Se quedaban calladitos, mirándonos con curiosidad pero cara de susto.
Nos ha llamado la atención que apenas hay presencia de ONGs, las mayores labores sociales y humanitarias son llevadas a cabo por la Iglesia. Yo también me sorprendo, pero es así. Bueno, sí que hay que decir que había unos ordenadores donados o comprados por Manos Unidas, ONG que ya he escuchado mencionar en varias ocasiones como colaboradora en los proyectos sociales de la RMIs (Religiosas de María Inmaculada).
Luego hemos ido a ver la escuela superior, donde estudian los mayores, y su director, un hombre muy cercano y dispuesto, además de enseñarnos todo el colegio, clase por clase, nos ha estado contando cosas acerca de la India, de cómo es el sistema educativo y cómo ha mejorado mucho la igualdad en cuanto a posibilidad de acceso a la enseñanza para las niñas, y otros temas de la sociedad india. Era un señor muy expresivo, y en el corto rato que hemos estado hablando con él, nos ha transmitido su preocupación por encontrar financiación para su escuela, cómo aprecia y tiene siempre presente quién ayudó y ayuda (personas, instituciones, asociaciones caritativas…) en su proyecto, su verdadera vocación por la enseñanza, y su fe católica. Una persona admirable.
Después de comer hemos ido los las Hermanas a dos pueblos. La gente nos acoge de una forma increíble, como ya he contado, son muy hospitalarios y para ellos una visita, sobre todo si es de unas monjas con 5 cooperantes europeas, es algo importante. Por eso quieren causar buena impresión, y ofrecen té, pastas o cualquier cosa que tengan, a veces enseñan fotos (sobre todo de las bodas y de la familia)… Los niños al principio siempre parece que tienen un poco de miedo o vergüenza, pero al final siempre les puede la curiosidad y se nos acercan, respondiendo a nuestras sonrisas.
El hecho de visitar los pueblos es algo completamente diferente a lo que tenemos vemos y vivimos en Regina Pacis, esta es otra india: más auténtica, más primitiva, tradicional. Podemos ver cómo se vivía hace 100 años, pues poco ha cambiado (el tendido eléctrico, alguna moto y coche, y TV en algunas casas), pero los animales campan a sus anchas: vacas, búfalos, gallinas, perros…los niños van descalzos, las casas son de barro, todas las mujeres visten “sari”, no hablan inglés…
Mañana vamos a Delhi en tren, un viaje de 17 horas para el que estamos en “waiting list” (lista de espera) para la “sleeper class” (clase para dormir). Las Sisters están haciendo todo lo que pueden para intentar conseguirnos las camas en el tren, pero estamos en el puesto 19 o algo así… ¡No me quiero imaginar 17 horas de viaje sentada! Tenemos a todas las Hermanas de Bombay y de Gujarat rezando para que haya 19 bajas en la “sleeper class”, jaja.

(23/07) Ya estoy en Delhi tras la aventura del viaje, y bien descansada. Resulta que al final la Hermana que nos acompañó al tren habló con unos chicos que estaban en la “sleeper class” para que al menos nos dejara sentarnos allí (hasta que no fuera de noche no se bajarían las literas). Y éstos nos dejaron sentarnos encantados (si es que las Sisters tienen ojo para la buena gente, además del respeto que inspiran) y además nos ayudaron para conseguir camas. La verdad que al principio se montaron bastante lío. Estos indios son la leche. Uno de ellos nos pidió que le enseñáramos los billetes para ver cuál era nuestra situación. Pero claro, los de alrededor también querían colaborar y empezaron a debatir posibles formas de conseguir una cama. En cualquier caso nos dejaron claro que nos podíamos quedar ahí si no conseguíamos cama, más majos. Pasó el revisor e intentamos ver qué podía hacer por nosotras: esperar a la siguiente estación, nos dijo, que allí preguntaría a no sé quién. Los hombres con los que nos había dejado sentadas la Sister no se contentaron con la respuesta del revisor y empezaron a hacer gestiones. Al debate por cómo conseguirnos cama ya se habían unido unos cuantos más que estaban sentados cerca (no sabemos si por ayudar o por quitarnos de encima). Total, que al final conseguimos 3 camas para las 5 sobornando al revisor, y aun así nos salieron bien de precio, jaja. María Y Bea durmieron en una litera, Karen y Gabi en otra, y yo con las maletas en la restante. Parece ser que yo soy la que mejor he dormido (los tapones y en antifaz ayudan mucho).
Hemos llegado a Delhi a las 10.30h de la mañana, y allí nos esperaba Sister Meena que nos ha llevado a la casa de las RMIs. Después de comer hemos ido de turismo, con dos chicas de la residencia que se han ofrecido a acompañarnos (son dos chicas a las que por sorteo les ha tocado un viaje a España para la JMJ –Jornada Mundial de la Juventud, a la que acuden jóvenes de todo el mundo a ver al Papa-). Hemos montado en metro ¡y qué metro!. Sólo tiene 6 años, vamos, nuevísimo, muy limpio, y con aire acondicionado (lo nunca visto en el transporte público indio). Hemos visitado el Red Fort (Fortaleza Roja) y una mezquita (aunque esta por fuera ya que nos querían hacer pagar por entrar, además de ponernos unas ridículas capas de flores, y eso que yo iba bien tapadita).

La experiencia que voy a contar a continuación me avergüenza un poco, pero creo que tengo que tengo que publicarlo, para que no se deje de conocer esta realidad de la India: Por un lado están los “auto-rickshaw”s, que como ya expliqué son motos de 3 ruedas cubiertas, con un banquito detrás, y por otro lado, los auténticos “rickshaw”s, los que son una bici, pedaleada por un hombre. Dicho así puede parecer que no es algo tan escandalizador, pero sí lo es. Teniendo en cuanto el tráfico de una cuidad como Delhi, las cuestas, los coches, los camiones, y que un “rickshaw” de estos puede llevar hasta 4 personas, el esfuerzo físico del conductor es tremendo. Pues yo he montado en uno, y no me siento orgullosa. Si hubiera sido por mí no hubiéramos montado, para eso están los “auto-rickshaw”s, que aunque contaminan, por lo menos no hacen que un hombre de 30 años parezca que tiene 40, pero las 2 chicas indias que nos acompañaban en la tarde de turismo lo organizaron así para ir de un sitio a otro. Fui más consciente del gran sufrimiento del cuerpo de aquellos hombres cuando ví entre qué conductores íbamos a elegir (quién nos daba la tarifa más baja por el trayecto que queríamos hacer): eran hombres escuálidos, con un penoso aspecto, se percibía su envejecimiento prematuro… Y más triste aún fue cuando dos de ellos casi se pegaron porque uno había acordado llevarnos hasta la mezquita por 60 rupias, pero entonces apareció otro que habló con las chicas indias y dijo que nos llevaría por 50. No dije nada porque no quería tampoco ofender a las dos chicas que nos acompañaban. Este fue el primer trayecto en “rickshaw” pedaleado por un hombre, que me pilló por sorpresa. Al segundo, no pude más, y en vez de las 50 rupias que habíamos acordado con el hombre por el viaje, le di 100 (1€ y 40 céntimos aprox., de risa), intentando limpiar mi conciencia, después de haber sentido su fatiga pedaleando cuesta arriba cargando con el peso de nosotras 3 (María, una de las chicas y yo), el estrés de los coches que le pitaban porque querían adelantar al lento triciclo. La satisfacción del señor (porque era un señor…) no pudo ser mayor, nos dio la mano a la chica india (pensando que ella tendría algo que ver en esa generosa propina) y a mí. Para para más inri, yo iba montada en la parte de atrás, de espaldas, es decir, que veía todo el tráfico que nos seguía, y las caras de otros pedaleadores de “rickshaw”s, secándose el sudor con pañuelos, mirándome, cansados pero siempre curiosos ante una “blanquita”, y yo ahí, tan cómoda…Me sentí fatal y tuve que apartarles la mirada, para no sentir más el dolor en sus caras, y para que ellos no vieran las lágrimas cayendo por la mía.

En contraste con lo que acabo de contar, al día siguiente vino la visita al Taj Mahal, en Agra, una maravilla. Fuimos en una furgoneta muy espaciosa y con aire acondicionado. Tengo que decir que este “tour” nos lo organizaron las RMIs de la casa de Delhi, nosotras habríamos buscado algo más modesto y barato, pero ante la falta de conocimiento, ellas nos dijeron a qué hora pasarían a buscarnos, y el precio de la excursión. Comimos en un buffet de 5 estrellas con un americano que había contratado a la misma empresa para la visita al “Taj”. Venía sólo porque estaba en Delhi por negocios pero quería viajar. Después de comer (el “Taj” lo habíamos visto por la mañana), fuimos a ver el “Agra Fort”, una fortaleza con palacios de estilo árabe. Sobre las 5 emprendimos el viaje de vuelta a Delhi, el que duró casi 5 horas.
El último día en Delhi, que fue sólo por la mañana, lo dedicamos a hacer un poco más de turismo, visitando la Puerta de la India (un arco enorme) y el Parlamento. Después de comer volaríamos de vuelta a Bombay. Como anécdota: cuando ya teníamos los billetes para embarcar nuestro avión, la policía del aeropuerto empezó a indicar a todo el mundo que se dirigieran a la puerta número 8. Fuimos allí, confundidas, y luego escuchamos por megafonía que se trataba de una situación de emergencia. Yo, la verdad, me asusté. Me dije, “Ya está, un aviso de bomba. ¡Dios no quiero morir tan joven!”, jaja. Estuvimos esperando un rato, nos sentamos en el suelo, las chicas se pusieron a jugar a las cartas, pero yo me di una vueltita a ver si me enteraba de algo. Cuando ví a militares buscando en las papeleras y entre las macetas se me hizo un nudo en el estómago. No entendía porqué todo el mundo estaba tan tranquilo. Al de unos minutos, todo volvió a la normalidad y pudimos embarcar. La megafonía me aclaró “it was an exercise” (era un ejercicio, un simulacro). Pues vaya gracia.

sábado, 30 de julio de 2011

MÁS SOBRE EL VIAJE

foto: con Sister Margaret en las puertas de un templo hinduista, en Nashik.


16 de julio: Excursión a Ellora

Para ir a Ellora también nos ha tocado madrugar, la excursión comenzaba a las 5 de la mañana, porque había que ir de Nashik a Ellora, y en eso se tardan 4 horas. De nuevo Wilfred ha sido nuestro chofer. El viaje ha sido “movidito”: los baches, los adelantamientos en carreteras de doble sentido…pero vamos, nada nuevo en el tráfico indio. En Ellora hemos visto muchas de las 34 cuevas, declaradas patrimonio cultural de humanidad por la UNESCO, escavadas en la roca de la montaña, una pasada. Cada una con su simbología de su religión, algunas budistas, otras hinduistas. Para construir la principal se tardaron más de 200 años. Es un sitio espectacular, rodeado por mucha vegetación y varias cascadas. Además, el viaje hasta allí nos ha permitido ver la India más rural, muy verde, con mucha tierra cultivada y las casitas de quienes la trabajan.
Después de ver las cuevas hemos ido a comer a un restaurante que conocía Wilfred, y nos hemos “zampao” una hamburguesa con una Pepsi, qué bien ha entrado, por cierto. Antes de volver, Wilfred nos ha llevado a un mirador desde el cual creo que he visto más kilómetros cuadrados juntos que en toda mi vida (sin contar desde un avión)

17 de julio: excursión a Sangamner y Ambore

Esta mañana muy temprano hemos ido a misa, una misa en marati, el idioma local del estado de Maharastra. Ha sido bastante larga, y después hemos ido con Siter Rosaline en autobús a Sangamner. Allí las Religiosas de María Inmaculada tienen una casa con 4 Hermanas y 45 niñas en el internado. Como recibimiento, las niñas nos han cantado y ofrecido una bandejita a cada una llena de pétalos de flores de colores y una velita, para finalmente ponernos el punto rojo en la frente. Luego nos han hecho unos bailes que tenían preparados. Después de comer hemos ido con las Siters en todoterreno a conocer otro pueblo donde trabajan, Ambore. Este pueblo era mucho más pequeño y rural, y claro, hemos llamado más la antención. Todos los niños nos seguían, miraban y reían, aunque también los mayores. Las RMI trabajan en muchos pueblos, con cada familia, con la comunidad, y son muy respetadas porque todo el mundo conoce la labor que vienen desarrollando. De vuelta, hemos parado en la casa de los Jesuitas, los cuales tienen también mucha presencia en la India. De vuelta al Noviciado, después de cenar hemos ido a servir la cena a las niñas del “boarding”: solo tenían arroz con un poco de picante, y hablando con la Hermana, nos ha dicho que sólo beben leche dos veces a la semana…
Pero siempre con una sonrisa en la cara. Antes de irse a dormir nos han hecho unos bailes y al final hemos acabado bailando también con ellas, les hemos enseñado “la Macarena” y el “Aserejé”: revolución.

18 de julio: la labor de las RMIs en Nashik

Esta mañana Wilfred nos ha llevado a su casa, donde estaban su madre y una cuñada, a tomar el té y pastas. Luego, hemos ido con las Hermanas Berta y Matilda a ver unas casas que habían ayudado a construir, comprando el terreno y con ayuda de Manos Unidas, para las familias más pobres, 8 en total. Todas tuvieron que poner un poco de dinero al principio para comprar ese terreno. Otro aspecto que trabajó mucho en su día Siter Berta, fue el desarrollo de las mujeres: las animaba a formarse y a trabajar fuera de casa, para que participasen de la vida comunitaria y económica aunque fuera a bajo nivel. No sólo trabajaba con mujeres católicas, no miraba la religión sino las necesidades y la disposición, por eso estuvimos recorriendo casas tanto de católicos como de hinduistas. Estuvimos en las 6 o 7 casas que se habían construido con la ayuda de las RMI´s, todas seguidas, porque no pudimos dejar ninguna: todos se habían enterado de que estábamos allí y querían enseñarnos su casa y ofrecernos algo (té y algo de comer). Como anécdota, y triste, mencionaré la historia de la última familia que visitamos: Matilda nos había dicho que había que entrar también a saludar a aquella casa (era tarde, llevábamos toda la mañana de casa en casa, viendo fotos, escuchando historias…) porque además uno de los hijos había muerto hacía poco (dijo que luego nos contaría porqué). Allí nos recibió un matrimonio mayor, y la foto de aquel hijo muerto presidía el salón, con la fecha de nacimiento y fallecimiento (tenía 27 años). Las Sisters hablaron un poco con ellos pero en seguida la mujer se puso a llorar. Nosotras intentamos consolarla como pudimos, de ninguna manera porque aquella mujer que había perdido a su hijo no tenía consuelo. Tuvimos que irnos, el rickshaw estaba esperando... Fue entonces cuando nos contó qué le había pasado a aquel jóven de 27 años, murió por algo terrible: se había enamorado de quien no debía.
Una chica punjabí (del Punjab, un estado del noroeste de India), que aparte de pertenecer a una familia adinerada no era católica. Por lo tanto la familia de ella se oponía radicalmente a esa relación. El jóven entendió, pero la quería. La familia de la chica le odiaba y un día, le rociaron con gasolina y lo quemaron vivo. El chico sobrevivió, pero sabía que iba a morir (tenía quemaduras en más del 80% de su cuerpo). En ese tiempo, contó a la policía lo que había pasado, pidió a su padre que no bebiera, y que cuidara de su madre. Al cuarto día, murió.

martes, 26 de julio de 2011

UNOS DIAS DE VIAJE







fotos: (de arriba hacia abajo) mujeres lavando en el rio Panchavati, con las Hermanas del Noviciado de Nashik -Josefa, la monja gallega que luego cuento, es la de la derecha, y mujer haciendo collar de flores, a orillas del mismo rio.






El viernes día 15 llegamos a Nashik, ciudad sagrada para los hinduistas. Nos hemos levantado muy temprano, a las 5 de la mañana teníamos que salir de casa para coger el tren de las 5:45. A la estación nos han acompañado 2 chicas. Al llegar, nos hemos quedado bastante sorprendidas con el paisaje: muchas familias o gente sola había pasado allí la noche, la mayoría seguían durmiendo sobre el suelo, con la ropa sucia, en cualquier sitio. A parte de esto, el olor que había ya en la parte de los andenes era bastante insoportable, básicamente a pis, pero también a pescado. Sorteando los charcos, no siempre con suerte, llegamos a nuestro vagón. Lo peor del viaje ha sido el momento de ir al baño del tren… no voy a profundizar en esto, sólo decir que el equilibrio es muy importante. Bueno, y casi se me olvida, no puedo dejar de mencionar el quipo de fútbol (o algún deporte de equipo) que se ha subido en la segunda o tercera parada, y como parece ser que habían ganado algo, han estado cantando, bombos y platillos incluidos, durante todo el viaje. Menos mal que tengo a mis amigos los tapones, porque mis compañeras han estado contentas… Cuando el tren ha llegado a su destino, ya estábamos avisadas por Sister Margaret de que la gente querría subir antes de dejar bajar (lo cual no entiendo porqué hacen, si al final van a subir de todos modos), así que había que estar ya preparadas en la puerta para que no se nos viniera la avalancha humana. Y así fue: tuvimos que empujar más que los de fuera para poder bajar, pero lo conseguimos, estábamos en Nashik. Allí nos estaba esperando Sister Margaret (si, otra Margaret), y por primera vez en la India, hemos cogido un rickshaw (moto de tres ruedas cubierto), modo de transporte típico de aquí. Para ser más exactos, éstos eran auto-rickshaws, porque los auténticos rickshaws son los que en vez de moto es bici, y el conductor tiene que pedalear, lo cual es un esfuerzo físico increíble. Al llegar al noviciado (donde se forman las novicias, futuras monjas) nos han recibido las demás Hermanas, hemos dejado nuestras cosas y después hemos ido a misa, a la parroquia del Niño Jesus de Praga.


Después de comer, hemos ido con Sister Margaret, y Wilfred, un hombre de confianza de las Hermanas que suele hacer las veces de chófer cuando éstas se lo piden. Desde el principio nos dimos cuenta de que era una persona generosa, con un gran corazón y muchas ganas de ayudar y respeto por las Hermanas. Hemos estado viendo los lugares más importantes de Nashik: primero Tapovan, donde cuenta la leyenda que le cortaron la nariz a Surupanaka, un personaje mitológico de la historia del hinduismo, y es por esto que Nashik lleva ese nombre, porque significa nariz. Allí hemos cruzado un puente de madera que no inspiraba mucha estabilidad y hemos sacado fotos.


La siguiente parada fue uno de los lugares más bonitos de la India que he visto hasta ahora: el río sagrado Panchavati, donde va mucha gente a purificarse y “limpiar” sus pecados, a lavar la ropa y a ellos mismos. Era una explosión de color, yo me quedé como hipnotizada, sin poder dejar de mirar a todas partes, porque aquello me parecía un micro mundo que giraba en torno a ese río, y la gente se bastaba de él. He subido algunas fotos, espero que os gusten.


Después al templo de Shiva, llamado Someshwar, y por último en Sitagupha, donde supuestamente Sita fue descubierta escondida, un sitio sagrado y de peregrinación para los hinduistas.


Antes del último sitio, Wilfred ha parado en casa de un amigo para comprar agua, allí estaba su madre, una mujer mayor que se veía que había sido guapísima. La mujer nos ha sacado refresco (es impresionante la hospitalidad india, los más pobres siempre tienen también algo que ofrecerte, un té, un refresco, quieren que te sientas en tu casa, que te lleves una buena impresión). Cuando Gabi le ha dicho a Wilfred, en inglés, que el refresco estaba muy bueno, éste se lo ha traducido a la mujer (que sólo habla hindi) pero diciéndole que lo que había dicho la chica es que ella era muy guapa. Y parece que la mujer se ha puesto sensible, porque además era viuda, y se ha emocionado, con lágrimas en los ojos, explicando que ella antes era muy guapa pero que ya no, que era vieja y que desde que murió su marido… Y claro, hemos estado todas consolándole, diciéndole que es muy guapa todavía, sacando fotos con ella. Al final hemos acabado dando y recibiendo un montón de besos de la señora, que al final ya se ha quedado contenta, porque para los indios, y sobre todo los más pobres, recibir una visita en casa, y creo que especialmente de “blancos” o gente que consideran viene de un mundo más desarrollado que el suyo, es todo un acontecimiento, e insisten para ofrecerte algo de beber, y de comer, de que te sientes, te enseñan sus fotos, te cuentan la historia de la familia….Bueno, voy a dejar para más adelante esta parte del carácter del pueblo indio, porque más visitas a casas hubo más tarde. Cuando nos hemos ido, nos ha dado una bolsa grande de hojaldres que había ido a comprar, con el poco dinero que tendrá. Estas cosas hacen que el corazón que tan dormido tenemos, se despierte de un salto, y sienta el calor, en forma de amor, de otros, cercanos, que lo desprenden de forma generosa y sincera. Y algo se te remueve por dentro… cuando te montas de nuevo en el coche, y esta madre sale de su casa donde nos ha recibido para acompañarnos hasta él, y aunque no hable inglés, ni nosotras hindi, nos dedicamos mutuas miradas de emocionada gratitud.


Por la noche, de vuelta en el noviciado, hemos ido a ver a las niñas del “boarding” (internado) de allí. Son menos y más pequeñas que en Regina Pacis, y más formales, hay que decir. Son un encanto, lo malo es que no saben inglés y por eso no pudimos hablar mucho con ellas, aunque nos miraban con los ojos muy abiertos, intentando captar información sobre nosotras. La hermana que se encarga de ellas nos ha enseñado como viven, y nos ha dado mucha pena cuando nos ha enseñado como duermen en el suelo, con sus mantitas estiradas, nada más. Las comidas, también son en el suelo…

jueves, 14 de julio de 2011

ATAQUE TERRORISTA EN BOMBAY

Estábamos las demás cooperantes y yo esperando a Mahesh, que llegaba tarde, cuando una chica india nos ha preguntado si íbamos a salir, que si lo hacíamos tuviéramos mucho cuidado porque habían explotado 3 bombas en diferentes puntos de la ciudad. Nos hemos quedado estupefactas, Mahesh no venía, así que hemos vuelto a entrar en el edificio. Para entonces, ya había fuera un montón de las estudiantes de la residencia con móvil en mano, mandando mensajes o hablando con familiares o amigos, tranquilizándolos, o tranquilizándose de que éstos estaban bien. Cuando hemos entrado, a las 8, a cenar, las noticias en la TV nos han informado: entre 10 y 15 muertos, 54 heridos por ataque terrorista con 3 bombas en Dadar West, Opera House y Zaveri Bazaar. No está claro quién está detrás de estos actos. Ahora mismo ya se han confirmado 13 muertos y más de 80 heridos, esperemos que el número no haya aumentado mucho mañana. Acabo de hablar con Mahesh, está bien, pero estaba muy cerca de donde ha explotado una de las bombas, mañana me contará…

El dia a dia


foto: (de izquierda a derecha) con Ashwarya, Dayna y Komal.

Ayer estuve todo el día mala, y me lo pasé durmiendo. Ya empecé con dolor de garganta desde casi el primer día porque tengo el ventilador justo encima, y por la noche no me sienta bien esa corriente. Pero sólo era una ligera molestia que se me pasaba a lo largo del día. El lunes, sin embargo, ya empezaron los estornudo, las toses y la congestión. Las niñas me miraban con expresión de preocupación, de hecho, la de la tarde, Kajal, quería mandarme a la cama. El martes definitivamente no me encontraba bien, y decidí quedarme en la cama. Bajé a comer y las Hermanas se preocuparon mucho por mí. Sister Mery Ann, hermana pequeña de Margaret me dio unas pastillas suyas, y un paquete de cleenex. Me dijeron que descansara, y a la tarde volví a dormir. Por la noche también bajé a cenar, pero a la noche no me costó dormir.


Hoy estoy perfecta, me vino muy bien quedarme ayer en la cama. Como siempre, este es nuestro horario: 7.30h, despertarse, ducharse y vestirse, 8.00h, desayuno, 8.30h, repaso a las habitaciones de las niñas: las camas hechas, los armarios ordenados… 10.00h, café con las Hermanas, 10.30-12.00h, hora de estudio para las niñas que van al colegio por la tarde: a cada voluntaria nos han asignado una o varias niñas para que les apoyemos especialmente, que son las que suelen tener problemas de atención, o simplemente les cuesta más ponerse a trabajar por iniciativa propia. 12.30h, hora de la comida con las Hermanas. Hasta las 16.00, hora del té, tenemos libre, y solemos echarnos la siesta, ir al cyber, leer… A las 16.30, hasta las 19.00h vuelve a ser la hora de estudio, pero esta vez con las niñas que han ido al colegio por la mañana. De 19.00 a 20.00h solemos quedarnos en las escaleras jugando o hablando con ellas. A esa hora, cenamos en el comedor de la residencia de estudiantes. Y fin de la jornada


sábado, 9 de julio de 2011

Sobre Regina Pacis


foto: todas las chicas del "boarding" (internado), Maria, Gabi y yo.

Escribo desde la sala de estudio de las niñas, en el último piso del internado de éstas. Y de este lugar y de ellas voy a hablar: ya les voy conociendo un poco, me acuerdo de algunos nombres (son 98), y ellas a mí. Me llaman “Miss”, como “señorita”, y me miran y sonríen cuando me las cruzo. Nos respetan bastante y son muy cariñosas, muchas nos abrazan, no nos sueltan el brazo, nos tocan el pelo, quieren siempre que les prestemos atención…No todas duermen aquí, algunas vuelven a sus casas después del colegio, pero las que duermen aquí suele ser porque tienen diferentes problemas, principalmente familiares. Alguno de sus padres ha abandonado a la familia o se ha muerto y no disponen de recursos económicos.


En India, el padre es el que se encarga de trabajar y disponer de recursos económicos a la familia, y la madre de la crianza y educación de los hijos. Por eso si uno de los dos falta, se hace muy difícil sacarlos adelante.


Regina Pacis, que pertece a la congregación de las Religiosas de María Inmaculada, fundada por Santa Vicenta María López y Vicuña en España, es un centro de referencia en Bombay en cuanto a la promoción de la mujer se refiere, concretamente de las niñas, adolescentes y jóvenes. Se encarga de su educación, formal e informal, de inculcarles valores para la vida, de su bienestar, y trata en la medida de lo posible encaminarlas hacia un futuro digno. Y toda esta gran labor la llevan a cabo en torno a 20 monjas, la mayoría indias, aunque también hay una italiana y una inglesa. Muchas de ellas han estado en España visitando la Casa Madre y hablan un poco de español, algunas llevan hábito, otras un sari azul cenit, con el borde un poco más oscuro, el cual los indios reconoces como católico por su austeridad: sin dibujos ni colores llamativos. Regina Pacis también está compuesto por un edificio que es residencia de chicas más mayores, estudiantes de colegios superiores o que aprenden algún oficio, en el que yo estoy instalada.


Continuará….

Shusha Oliveira


Esta chica de Goa, de 18 años, es una de mis compañeras indias de habitación y estudia Artes Comerciales. Su apellido es portugués porque Goa fue colonia portuguesa.

El primer día por la noche nos presentamos y hablamos un poco. Estaba con una tablilla sobre las piernas, en su cama, trazando líneas paralelas en una hoja blanca, como si fuera un pentagrama muy ancho. Me dijo que era para caligrafía. Al de poco llegó Gabriela, que también se interesó por lo que hacía, y Shusha, al ver tanto interés, algo tímida, nos enseñó sus trabajo. Pues aquí vino la sorpresa, la tía es una artista, lo que hace es una pasada: dibuja retratos o bodegones a lápiz con un realismo que asusta, como personajes para comic, incluso consigue imágenes casi perfectas usando sólo puntos.

La primera impresión que teníamos mis compañeras y yo de ella fue de que es una chica callada y poco sociable, inmersa siempre en su trabajo del colegio. Pero cuando hemos empezado a hablar un poco con ella, hemos comprobado que habla y mucho, y que tiene mucho que contar. La verdad es que nos hemos quedado muy sorprendidas de cómo piensa y las cosas que ha vivido: toca la batería, lee, escribe poesía, dibuja… En definitiva, es una chica con un importante mundo interior y gran talento y sensibilidad para las artes en general, muy educada y dispuesta siempre a ayudar.

Me ha dado permiso para publicar algunas fotos de sus dibujos. Al final también le he convencido para que me deje sacarle una foto a ella, aunque me ha dicho que mejor le saque como si estuviera trabajando, aprovechando para ocultar bastante su cara, es tan modesta…