martes, 23 de agosto de 2011

Historietas de findesemana


foto: parte de las 39 niñas en el zoo.


SÁBADO 20 DE AGOSTO

Esta mañana Sister Margaret nos la ha dado libre, así que Ruth y yo hemos ido a Chippi Chowl, en Buleshwar, en tren, donde Sister Yoti me había dicho podría encontrar lazos para mi pequeño bussiness. El billete nos ha costado Rs 4, y como siempre pasa en los trenes en la India, hemos tenido que montar deprisa y bajar deprisa, aunque luego nadie se quede en el andén. Las puertas del tren no se cierran, de hecho, no estoy segura de si hay puertas, así que por muy lleno que vaya un vagón siempre pueden ir 5 ó 6 personas semi fuera, agarradas a las barras.
Nos hemos bajado en Mideji, y en la misma estación, hemos preguntado al primer policía que hemos visto, pero no nos ha ayudado nada. Así que hemos ido tirando, y preguntado una vez en la calle. Encontrar el sitio no ha sido fácil, pero andar de más no es un problema porque siempre hay cosas nuevas que ver. Por ejemplo, de repente nos hemos encontrado con el templo hindú, Mumbadevi, en el que había mucha gente haciendo cola para entrar. Este templo es muy antiguo, -se dice que fue construido en 1675- y está dedicado a la diosa Mumba, la encarnación local de Devi (Diosa Madre), patrona de los kolis (pescadores) y agris (recogedores de sal), habitantes originarios de las siete islas de Bombay (gracias wikipedia). En la entrada, había hombres preparando cestitas con ofrendas para los dioses, que vendían baratas. Uno de ellos nos ha increpado, y al principio no sabíamos si entrar o no, porque si nos increpaban era porque querían sacarnos dinero, no porque quieran que dos extranjeras vean lo chupi que es su templo, eso está claro. Entonces le he preguntado al tipo que how much, y como la cestita más barata eran Rs 30 (30 rupias= 0,50 €), hemos entrado. Luego Ruth, la nueva cooperante alemana, me ha dicho que creía que también sin ofrendas se podía entrar. Seguro, pardilla de mí. Pero bueno, ahí hemos entrado, después de pasar el control policial (cacheo, enseñar el contenido del bolso, como si fuera aquello la frontera con EEUU, sólo les ha faltado tomarnos las huellas), con nuestra cestita que contenía: un coco pequeño, una flor naranja, unas bolitas blancas dentro de un plástico, y un mantelito rojo con símbolos hindúes brillantes. Vamos, todo muy kitsch. Sin saber muy bien qué hacer ni dónde ir, hemos seguido a la gente. Y ahí hemos ido a parar frente a la gran estatua de la diosa Mumba, ante la cual la gente se arrodillaba uniendo palmas de las manos para saludarle. Siguiendo el recorrido nos encontramos con un sacerdote que nos ha cogido la cestita, ha cortado el coco por la mitad y nos la ha devuelto. Al salir de ese circuito había otros hombres que se dedicaban a dar de beber una cucharita con un líquido blanquecino con unas hojitas verdes y a poner el doti rojo en la frente. Después, ha dicho unas palabras para rematar nuestra purificación, que no hemos entendido bien, algo así como “money, money”, pero ya digo, que como no le entendíamos, nos hemos ido (jujuju).
Purificadas después de beber ese mejunje y con el puntito rojo en la frente, hemos seguido buscando la tienda donde yo tenía que comprar los lazos, “Raj sons” (los hijos de Raj, por lo visto), en el número 66 de Samseth Street. Después de mucho andar y preguntar, hemos encontrado a los hijos de Raj, en la primera planta, y he comprado bastante material.


DOMINGO 21 DE AGOSTO


Hoy Ruth y yo hemos visitado el Prince of Wales Museum, (oficialmente Chhatrapati Shivaji Mharaj Vastu Sangrahalaya) por la mañana. También hemos ido en tren y bajado en la estación de Victoria, imponente. De camino nos hemos encontrado a un grupo de turistas y uno de ellos, muy gracioso, nos ha empezado a hablar, a preguntar de dónde éramos. Por su acento parecía español, pero era rumano. En el museo hemos visitado la sección de historia natural (animales disecados principalmente), y otras de escultura, pintura y arte nepalíes y tibetanos de carácter religioso, fechadas entre los siglos VII y XVI. Luego hemos comido en el Mc Donald’s, un spicy chicken wrap meal. Hemos vuelto al Hostel en taxi, porque a las 16.00h teníamos que ir al zoo con las niñas, y no teníamos mucho tiempo. Lo del zoo ha sido una aventura, claro, para ellas, y un reto para nosotras. Llevábamos a 39 niñas, y aunque el zoo está muy cerca de Regina Pacis, (pasando la estación), hay que cruzar la carretera. Sister Givanty nos ha acompañado a la ida, para que no nos cobraran la entrada por venir de un internado para niñas “pobres”. Hemos entrado pues, las 39 niñas, Ruth y yo, gratis al zoo. Hemos visto elefantes, cocodrilos, hipopótamos, monos, muchas especies de pájaros, ciervos… Yo intentaba contar todo el rato a las 39, y que no se separasen, pero lógicamente ellas no lo ponen fácil. Por eso, la traviesilla del grupo se perdió, y la encontramos al de 10 minutos llorando. ¡Ay Komal, Komal…!.Y así hemos acabado el día, cansadas, pero habiendo visto un montón de cosas.







No hay comentarios:

Publicar un comentario