domingo, 7 de agosto de 2011

BUSCANDO

foto: Sister Margaret y su trabajo, vida, y pasión: las niñas.


En la India, la religión es el pan de cada día, aquí todo el mundo tiene fe y la practica: católicos, musulmanes, e hindúes, principalmente. En el fondo, al ver estas 3 religiones convivir y ser practicadas en un mismo entorno, por gentes que son iguales en raza, muchas costumbres y forma de vida, pienso que rezan a un mismo Dios, que simplemente adopta diferentes formas. Y muchos son conscientes de ello, de ahí el respecto que existe de unas religiones hacia otras. Por ejemplo, las Hermanas, allá donde van, son tratadas con especial respeto por todo el mundo. En el mismo “boarding” de Regina Pacis, las sisters enseñan mitología hindú, a niñas católicas, hindúes y musulmanas. A la hora del rezo, también lo hacen todas juntas, y en frente de la catedral hay una mezquita más pequeña, con un templo hindú a su izquierda.

El otro día hablando con una Hermana, nos contaba que llevan recibiendo voluntarias desde los años 70, y que muchas vienen buscando algo además de apoyar el proyecto social de Regina Pacis: vienen buscándose a sí mismas, buscando paz, buscando a Dios… En ese momento me pregunté: ¿he venido también yo, inconscientemente, buscando algo de eso?

Sabía que esta experiencia va a ser vital, que me va descubrir cosas de una realidad, de una cultura, de un pueblo, y que voy a dar y a recibir, pero siempre enfocado a la interactuación con la realidad y con los demás. Entonces ¿es posible que haya venido tan lejos para encontrar algo dentro de mí? ¿Acaso sólo es posible en un contexto como este?

Hoy hace un mes que estoy en la India, y ya puedo decir que he “experimentado” cosas. No sabría cómo explicarlo, yo misma no lo entiendo muy bien, y a la vez me asusta. Voy a ser más concreta y pondré un ejemplo: entre todas las religiosas y religiosos que he conocido en este tiempo, que son muchos, entre Bombay, Nashik, Delhi, Jagaria y los pueblitos, me han transmitido algo que nunca hasta ahora había sentido, y es la entrega de la vida propia a una causa bondadosa y justa, pero con una actitud de alegría y serenidad sabiéndose en “el buen camino”, fuente de su felicidad. Así, veo que para Sister Margaret, su trabajo, su vida y su pasión son la misma cosa: la educación y el bienestar de las niñas y jóvenes de Regina Pacis. Da su vida (su tiempo y su libertad –ordenándose religiosa-), su trabajo (sigue dando clases con 77 años, y nunca deja de pensar cómo mejorar, qué más hacer por su proyecto social y educativo, además, fue quien consiguió medios para abrir el colegio) y su pasión (ama a las niñas, palabras textuales: “te roban el corazón”). Y todo esto, fuente de o teniendo una relación directa con su devoción católica.
Cuando la escucho hablar de lo que ha hecho, de cómo lo ha vivido, qué le movió a ello, con toda humildad y naturalidad sobre una obra tan importante, tengo la sensación de que ella ha descubierto algo, que sabe algo que yo no, siente algo que a mí no me ha tocado. Algo muy profundo y muy importante. Y es inmensamente feliz por ello. Lo reconozco, muchas veces, me da envidia.

Pues yo seguiré buscando, sin saber muy bien qué, un poco a tientas pero de la forma adecuada: con el corazón y la mente abiertos. Y si encuentro a Dios (o Él me encuentra a mí, como dicen los creyentes que sucede), lo asumiré.

De momento, ya estoy infinitamente contenta con lo que estoy encontrando por este camino de 3 meses que he emprendido aquí.

Cierro esta entrada al blog con una frase que vi el otro día en una Iglesia (aquí, las Iglesias, cada poco tiempo cambian las frases que exponen en unos paneles, de cara a la calle, para que todo el mundo las lea, y nos haga reflexionar): “You are rich when you are satisfied with what you have” (Uno es rico cuando está satisfecho con lo que tiene).

No hay comentarios:

Publicar un comentario